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Con esta entrevista, continuamos nuestro ciclo mensual de conversaciones con los principales representantes del sector de los materiales de construcción en España. En esta ocasión, ponemos el foco en un sector estratégico para la cadena de valor de la construcción, la obra civil y las infraestructuras: el de los áridos.
Para ello, contamos con la visión de Alberto Novoa, presidente de la Federación de Áridos (FdA), quien comparte con nosotros su experiencia al frente de esta organización, los desafíos actuales del sector, su compromiso con la sostenibilidad y la innovación, así como las claves del próximo VII Congreso Nacional de Áridos, que este año vuelve a celebrarse con una destacada participación institucional y empresarial, y que acoge además la entrega de los Premios Nacionales de Desarrollo Sostenible, un claro reflejo del compromiso del sector con el entorno, el territorio y la sociedad.
¿Cuál ha sido su recorrido profesional hasta llegar a la presidencia de la Federación de Áridos?
Mi recorrido profesional ha estado siempre muy ligado a la actividad extractiva y al sector de la construcción. Comencé mi andadura en la empresa familiar que se dedicaba al aprovechamiento de gravas y arenas desde hace más de 50 años. He tenido el privilegio de pasar por diferentes áreas, desde la operación y la gestión como productor de áridos en Galicia.
De mi experiencia, destacaría fundamentalmente dos aspectos: la resiliencia y la capacidad de adaptación de nuestras empresas frente a los ciclos económicos, y la innovación constante para mejorar nuestros procesos, optimizar recursos y garantizar una operación cada vez más sostenible. Hemos sido testigos y parte de la transformación de un sector que, si bien es tradicional en su esencia, se ha modernizado a pasos agigantados. Estamos orgullosos de contribuir a la recuperación de la biodiversidad en la comarca de A Limia (Ourense) después de la desecación de la laguna de Antela, la más grande de la península.
Lo que me motivó a asumir la presidencia de la Federación de Áridos fue la profunda convicción de que, como sector, necesitamos una voz unida y fuerte que represente nuestros intereses legítimos, defienda nuestro valor estratégico y fomente la colaboración. Vi la oportunidad de aplicar mi experiencia individual, tanto en el ámbito jurídico, ya que también soy abogado, como desde el punto de vista empresarial, al beneficio colectivo.
Mis principales prioridades al frente de la Federación se centran en varios pilares:
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Visibilidad y reconocimiento: Poner en valor la esencialidad de los áridos para el desarrollo global y de España, destacando nuestro papel insustituible en la cadena de valor de la construcción y las infraestructuras, además de los numerosos usos industriales..
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Sostenibilidad y medio ambiente: Impulsar y comunicar las mejores prácticas en gestión ambiental, economía circular y restauración, demostrando nuestro compromiso real con el entorno.
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Marco normativo: Trabajar activamente con las administraciones para lograr un marco regulatorio estable, predecible y que garantice la seguridad jurídica para la inversión y la actividad, intentando la implantación criterios de simplificación administrativa que faciliten la implantación nuevas de pequeñas y medianas empresas como para la consolidación de las ya existentes, gestionando recursos para que aquellas multinacionales del gremio tengan contacto con las realidades locales, de las que somos grandes conocedores.
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Innovación y digitalización: Fomentar la adopción de nuevas tecnologías que mejoren la eficiencia, la seguridad y la competitividad de nuestras empresas. Estamos ante una nueva revolución tecnológica, equiparable a la implantación de internet o de las computadoras, y el sector no puede quedarse atrás, tanto en gestión de datos como en optimización y competitividad. Es un reto y a ello quiero contribuir con la ayuda del equipo de FdA.
En cuanto a los aprendizajes personales clave, diría que la importancia de la escucha activa —tanto de las personas como de las empresas asociadas en la Federación— es fundamental. También he aprendido el valor de la persistencia y la paciencia, ya que los grandes logros suelen ser fruto de un trabajo continuado y a largo plazo. Y por supuesto, la capacidad de adaptación a un entorno en constante cambio.
La diferencia principal entre liderar una empresa privada y una organización sectorial radica en el tipo de objetivos y en la naturaleza de la toma de decisiones. En una empresa, las decisiones suelen estar más orientadas a la cuenta de resultados y a la competitividad individual. En la Federación, el liderazgo es de consenso, de representación y de defensa de un interés común. Implica buscar el equilibrio entre las diversas realidades de los asociados, desde la pequeña empresa familiar hasta los grandes grupos, y trabajar para el beneficio de todo un ecosistema que es vital para nuestra sociedad.
¿Cuáles diría que son los principales desafíos a los que se enfrenta actualmente el sector de los áridos en España y Europa?
Los desafíos a los que se enfrenta el sector de los áridos, tanto en España como a nivel europeo, son multifactoriales y complejos, pero también representan oportunidades para nuestra evolución.
En primer lugar, la seguridad del suministro es un reto constante. El acceso a nuevos yacimientos y la gestión de los derechos mineros son cruciales. Necesitamos una mayor agilidad y predictibilidad en los procesos administrativos para garantizar el abastecimiento necesario a la sociedad. La percepción social también es un desafío; a menudo, la gente no es consciente de que los áridos son la materia prima más consumida después del agua y son imprescindibles para todo lo que nos rodea: desde nuestras casas y carreteras hasta los hospitales y las energías renovables.
El impacto de la regulación ambiental y la transición ecológica es, sin duda, uno de los más significativos. Las normativas son cada vez más exigentes, lo cual es comprensible y necesario para la protección de nuestro entorno. Sin embargo, estas exigencias no deben superarnos y caer en la hiperregulación, creo que han de ir acompañadas de un marco que permita la viabilidad de las operaciones. La presión sobre los recursos naturales nos obliga a ser aún más eficientes y a apostar firmemente por la economía circular. Estamos invirtiendo considerablemente en tecnología y procesos para cumplir con estos estándares, cumplir con la sociedad, lo que implica mayores costes operativos y de inversión, pero lo asumimos como parte de nuestro compromiso con el futuro. Pero insistimos, ha de buscarse la viabilidad empresarial; un mundo sin áridos no sería posible.
Factores como el encarecimiento de las materias primas (combustibles, explosivos, piezas de maquinaria, etc.) y la crisis energética, así como los costes laborales han tenido un impacto directo y muy relevante en nuestros costes de producción, erosionando los márgenes y exigiendo una gestión económica muy rigurosa. A esto se suman las nuevas exigencias normativas en ámbitos como la huella de carbono o la biodiversidad que, aunque impulsan la mejora, también requieren grandes esfuerzos de adaptación y de inversión.
Precisamente, ante estos desafíos, la digitalización, la economía circular y la eficiencia energética no solo juegan un papel, sino que son los pilares fundamentales del futuro de nuestras explotaciones.
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La digitalización nos permite optimizar procesos, mejorar la seguridad de nuestro equipo de colaboradores y trabajadores, monitorizar en tiempo real el consumo de energía y agua, o gestionar de forma más eficiente la maquinaria. Nos aporta una trazabilidad que antes era impensable y nos ayuda en la toma de decisiones estratégicas.
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La economía circular es la vía para garantizar la sostenibilidad a largo plazo. Implica la valorización de subproductos, frutos de la recuperación de residuos de construcción y demolición (RCDs) para producir áridos reciclados, y la reducción al mínimo del impacto ambiental. No se trata solo de restaurar las canteras, sino de integrar la actividad extractiva en un ciclo de vida de los materiales donde se maximiza el valor y se minimiza el residuo. Estamos convencidos de que el árido natural y el árido reciclado son complementarios y esenciales para la construcción del futuro, siempre que se garantice el cumplimiento de estándares de calidad en obra. La calidad y la seguridad que se derivan de ella han de ser nuestro sello y la base de nuestra razón de ser.
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La eficiencia energética es vital, no solo por el impacto en los costes, sino por nuestro compromiso con la descarbonización. Estamos explorando y aplicando soluciones para reducir el consumo energético, utilizando maquinaria más eficiente, optimizando rutas de transporte y, en la medida de lo posible, integrando energías renovables en nuestras operaciones. Aun así, me gustaría hacer una reflexión, trasladándole al legislador que todos estos beneficios que, sin duda, defienden el interés general, no han de ser solamente soportados por la empresa, porque si sólo se le pide esfuerzo a una de las partes podríamos caer en que el retorno no fuera sostenible y nos convirtiésemos en improductivos e ineficientes.

En resumen, el sector está en un proceso de profunda transformación. Somos conscientes de nuestra responsabilidad y estamos comprometidos con un futuro donde la producción de áridos sea sinónimo de desarrollo sostenible, innovación y contribución esencial a la sociedad.
Este año se celebra el VII Congreso Nacional de Áridos, un evento de referencia para el sector. ¿Cuáles son los principales objetivos del Congreso y qué novedades destacaría del programa de esta edición?
El VII Congreso Nacional de Áridos es, efectivamente, uno de los eventos de mayor relevancia en el ámbito minero de nuestro país y, desde luego, el acontecimiento de referencia para nuestro sector y una cita ineludible para profesionales, empresas, centros de conocimiento y la administración.
Los principales objetivos del Congreso son múltiples y ambiciosos. Queremos que sea un foro de debate y reflexión sobre los grandes retos y oportunidades que tenemos por delante. Buscamos fomentar el intercambio de conocimiento y experiencias, mostrar las últimas innovaciones tecnológicas y de gestión, y sobre todo, poner en valor la esencialidad estratégica de los áridos para el desarrollo sostenible de nuestro país. Es un espacio para unir fuerzas y proyectar una visión de futuro conjunta para el sector.

En cuanto a las novedades de esta edición, destacaría que el programa se ha centrado en profundizar en temas de máxima actualidad y relevancia. Tendremos sesiones dedicadas a la economía circular y la valorización de residuos de construcción y demolición, la descarbonización y las energías renovables en nuestras operaciones, el impacto y la implementación de las nuevas normativas europeas, y cómo la digitalización y la inteligencia artificial están transformando la gestión de nuestras explotaciones para hacerlas más eficientes y seguras. Contaremos con ponentes de primer nivel, tanto del ámbito nacional como internacional, que nos ofrecerán una visión muy completa y enriquecedora. De hecho, recibiremos a los representantes de la red mundial de áridos – GAIN que representan a la mayor industria de materias primas minerales del planeta en toneladas producidas, explotaciones y empleo, en todos los continentes.

En el marco del Congreso, la celebración de los Premios Nacionales de Desarrollo Sostenible es, para nosotros, un pilar fundamental. Estos galardones tienen una importancia capital para visibilizar el compromiso real y tangible de nuestras empresas con la sostenibilidad ambiental y social. No es solo un reconocimiento interno, sino una herramienta poderosa para comunicar a la sociedad y a las instituciones que el sector de los áridos está a la vanguardia en prácticas responsables. Son una demostración palpable de que la actividad extractiva puede ser y es compatible con la protección del medio ambiente y la generación de valor para las comunidades.
Los criterios que se valoran son muy exigentes y cubren un amplio espectro de la sostenibilidad. Se evalúa la gestión ambiental (restauración paisajística, gestión del agua, biodiversidad, eficiencia energética, reducción de emisiones), la contribución social (seguridad y salud en el trabajo, formación, creación de empleo local, relación con las comunidades vecinas) y la innovación aplicada a estos campos. Entre los proyectos presentados cada año, vemos verdaderas joyas: desde empresas que han logrado recuperar canteras transformándolas en espacios naturales de alto valor ecológico o zonas de ocio, hasta aquellas que han implementado sistemas pioneros de economía circular, utilizando residuos de otras industrias como materia prima, o proyectos que han integrado la flora y fauna local de manera ejemplar en sus planes de restauración. La calidad de los proyectos españoles es muy reconocida en Europa por nuestros homólogos. Por ejemplo, empresas de áridos liderando la protección de la avifauna y monitorizando en tiempo real la evolución de polluelos de especies protegidas nacidos dentro de las instalaciones, demuestran, cada día, que nuestra industria va siempre un paso más allá en la protección de nuestro entorno de lo que cabría esperar en una actividad como la nuestra
El mensaje que tanto el Congreso como los Premios envían al conjunto de la sociedad y a las instituciones es claro y contundente: el sector de los áridos es un sector estratégico e imprescindible, que no solo provee los materiales fundamentales para el desarrollo de la sociedad, sino que lo hace con un firme compromiso con la sostenibilidad, la innovación y la responsabilidad social. Somos un sector que se moderniza, que invierte en un futuro más verde y que quiere ser parte activa de la solución a los retos de nuestro tiempo. Queremos transmitir que somos un socio fiable y esencial para la construcción de las viviendas e infraestructuras que España y Europa necesitan, de una manera compatible y respetuosa con nuestro entorno y nuestras comunidades.
¿Cómo valora la relación entre la Federación de Áridos y CEPCO?
La razón esencial de la existencia de nuestras empresas es la de producir y poner en el mercado productos de construcción. Vivimos por y para nuestros productos. Por ello, la relación entre la Federación de Áridos y CEPCO es, sin duda, absolutamente estratégica y, desde luego, excelente. CEPCO es nuestra confederación paraguas, que aglutina a una gran parte de las asociaciones de fabricantes de materiales de construcción en España. Para nosotros, es un interlocutor clave que nos permite amplificar nuestra voz y defender los intereses comunes de un sector fundamental para la economía.
En mi opinión, la relevancia del asociacionismo empresarial en estos sectores como es absolutamente crucial. En un entorno hiperregulado y con tantos desafíos como el nuestro, estar unidos nos otorga una mayor representatividad y una capacidad de influencia que, de forma individual, sería impensable. Nos permite compartir conocimientos, experiencias, y establecer posiciones comunes frente a las administraciones y la sociedad. Es una plataforma para la defensa de un sector esencial, para la promoción de las buenas prácticas y para la anticipación a los cambios y retos. Sin asociacionismo, nuestros mensajes perderían fuerza y nuestra capacidad de adaptación sería mucho menor.
Trabajar de forma coordinada con otras asociaciones del sector de los materiales de construcción aporta beneficios inmensos. En primer lugar, nos permite tener una visión más holística y completa de la cadena de valor de la construcción. Los áridos somos la materia prima base, pero trabajamos mano a mano con el cemento, el hormigón, la cerámica, el ladrillo, etc. Al coordinarnos, podemos abordar los desafíos de forma conjunta, como la normativa nacional y europea de producto, la transición ecológica o la economía circular, buscando soluciones integradas. Las sinergias se están desarrollando principalmente en la defensa de intereses comunes ante las instituciones, en la promoción de la innovación y la sostenibilidad a nivel sectorial, y en la interlocución para una normativa más coherente y armónica que beneficie a todo el ecosistema de la construcción.

El papel de CEPCO en la defensa de los intereses comunes del sector de materiales de construcción es fundamental. Actúa como una voz unificada y de alto nivel ante el Gobierno, los ministerios relevantes, las agencias reguladoras y también a nivel europeo a través de sus equivalentes. Coordina las posiciones de las diferentes asociaciones, facilita el diálogo y asegura que las particularidades y necesidades de cada subsector sean tenidas en cuenta en las políticas públicas. Su labor es vital para la competitividad y el desarrollo sostenible de todo el sector.
Absolutamente, creo que existe un margen muy significativo para fortalecer aún más la colaboración entre los distintos sectores de la construcción y los fabricantes de productos. El futuro de la construcción pasa por la integración. Necesitamos dejar de vernos como eslabones aislados de una cadena y empezar a funcionar como un ecosistema interconectado. Podríamos explorar iniciativas conjuntas en investigación y desarrollo de nuevos materiales y procesos constructivos, campañas de comunicación para poner en valor todo el sector de la construcción, o la creación de plataformas de conocimiento compartido que aceleren la adopción de la digitalización y la circularidad. Cuanto más unidos estemos, más fuertes seremos para afrontar los desafíos del futuro y para construir las infraestructuras y edificios que nuestra sociedad necesita de una manera más eficiente, sostenible y segura.
En un contexto de descarbonización, transformación digital, lucha por la competitividad frente a otros actores y crisis geopolítica, ¿Cómo ve la evolución del sector de los áridos en los próximos años?
La evolución del sector de los áridos en los próximos años estará profundamente marcada por la descarbonización, la transformación digital y un contexto geopolítico en constante cambio que exige ser cada vez más competitivos. Debemos luchar y ejercer presión para conseguir un sector aún más eficiente, sostenible y tecnológicamente avanzado. Nuestro Plan Estratégico Áridos 2030 aborda todos estos retos y nos aporta las soluciones.
En el ámbito de la descarbonización, veremos una apuesta firme por la eficiencia energética, la electrificación de maquinaria -todavía lejos de ser tecnológicamente viable- y la integración de energías renovables en nuestras operaciones. La economía circular dejará de ser una aspiración para convertirse en un pilar fundamental para nuestras empresas, con un aumento significativo en la producción de áridos reciclados a partir de residuos de construcción y demolición, lo que reducirá la necesidad de extracción de materiales vírgenes y cerrará el ciclo de vida de los materiales. La transformación digital será omnipresente: desde la automatización de procesos y la gestión inteligente de datos hasta el uso de modelos de IA para optimizar la logística y el mantenimiento predictivo. La crisis geopolítica, por su parte, ha puesto de manifiesto la vital importancia de contar con un suministro local y fiable de materiales estratégicos, lo que refuerza el papel de nuestra industria como garante de la resiliencia en la cadena de suministro de la construcción.

La industria extractiva tiene un papel absolutamente crucial en la configuración de un modelo económico más sostenible, competitivo y resiliente. Somos esenciales en la base material de la transición energética y ecológica: sin áridos no hay parques eólicos, ni paneles solares, ni infraestructuras para el transporte público o la electrificación. Proporcionamos los cimientos para una sociedad. Además, al integrar la economía circular y la restauración, nuestra industria se convierte en un motor de biodiversidad y recuperación paisajística, generando valor ecológico y social tras la actividad. Contribuimos a la competitividad al asegurar un coste más estable y una disponibilidad local de materiales, y a la resiliencia al reducir la dependencia de importaciones y la volatilidad de los mercados globales.
Veremos edificios con menor huella de carbono, con ciclos de vida optimizados y diseñados para la desconstrucción y el reciclaje. La innovación se centrará en materiales más avanzados y en métodos constructivos más eficientes (como la prefabricación o la construcción modular). La digitalización convertirá el BIM en el estándar, con gemelos digitales que gestionarán todo el ciclo de vida de las infraestructuras, desde el diseño hasta el mantenimiento.
Para afrontar estos retos globales, las sinergias entre los distintos subsectores de los materiales de construcción deben potenciarse de manera integral. Necesitamos trabajar juntos en la investigación y desarrollo de soluciones constructivas que integren áridos, cemento, hormigón, cerámica, vidrio, etc., desde una perspectiva de economía circular y sostenibilidad. Esto implica desarrollar estándares comunes, impulsar el uso de materiales secundarios y generar una visión compartida de la contribución del sector a los objetivos climáticos y ambientales. Una voz unificada y coordinada en la interlocución con las administraciones es fundamental para lograr un marco normativo coherente y facilitador.
Desde mi experiencia, para fortalecer la competitividad de la industria y los materiales de construcción en España, las políticas o medidas clave serían:
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Agilizar y simplificar los procedimientos administrativos para las licencias de actividad, garantizando la seguridad jurídica y la predictibilidad.
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Incentivar fiscalmente la economía circular y el uso de áridos reciclados, equiparándolos o incluso favoreciéndolos frente a los materiales vírgenes cuando sea ambientalmente adecuado.
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Apoyar la inversión en I+D+i en procesos de descarbonización y digitalización en toda la cadena de valor.
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Promover una política de infraestructuras estable y a largo plazo, que dé visibilidad al sector y fomente la inversión.
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Reconocer el carácter estratégico del sector y su papel fundamental en la autonomía industrial del país.
Finalmente, el mensaje que me gustaría trasladar a las nuevas generaciones que consideran incorporarse al sector o al mundo asociativo es claro y contundente: están ante un sector con un propósito real y tangible. No solo estamos construyendo edificios y carreteras; estamos construyendo el futuro. Es un sector que ofrece oportunidades de desarrollo profesional fascinantes en campos como la ingeniería, la geología, la sostenibilidad ambiental, la digitalización y la gestión. Somos una industria esencial, en plena transformación, que necesita mentes brillantes y comprometidas con la innovación y la sostenibilidad. Venid a contribuir a un sector que es la base de todo y que trabaja cada día por un futuro más verde, más seguro y próspero.
Desde CEPCO, queremos agradecer sinceramente a Alberto Novoa por su participación en este espacio de diálogo. Su visión estratégica y su compromiso con la sostenibilidad, la innovación y el desarrollo responsable del territorio reafirman la importancia del sector de los áridos en el modelo industrial español.
El VII Congreso Nacional de Áridos y los Premios de Desarrollo Sostenible son una excelente muestra del dinamismo, la profesionalidad y la vocación de mejora continua de las empresas del sector. Estamos convencidos de que iniciativas como estas fortalecen la imagen del sector ante la sociedad y contribuyen decisivamente a construir un futuro más sostenible, competitivo y colaborativo para la industria de los materiales de construcción en España.
Con este tercer encuentro, continuamos consolidando nuestro ciclo de entrevistas con los presidentes de las asociaciones que integran CEPCO, una iniciativa que busca dar voz a los líderes del sector, compartir experiencias e impulsar la colaboración entre todos los agentes que forman parte de la transformación industrial y sostenible de nuestro país.
Fuente: Federación de Áridos 
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