
Damos comienzo a un ciclo mensual de entrevistas con los principales líderes y representantes del tejido empresarial vinculado a los fabricantes de materiales y productos para la construcción en España. Nuestro objetivo es acercar a nuestros seguidores la visión estratégica, los retos y las oportunidades que enfrenta cada sector, de la mano de sus protagonistas.
Para inaugurar este espacio, hemos querido empezar por una organización emblemática: OFICEMEN (Agrupación de fabricantes de cemento de España), no solo por ser la asociación más antigua de CEPCO y una de las más veteranas de nuestro país, sino también porque en 2025 está celebrando su centenario, un hito histórico que refleja la solidez y relevancia de la industria cementera en la economía y el desarrollo de España.
Tenemos el placer de conversar con Alan Svaiter, presidente de OFICEMEN desde el año 2023, y CEO para España de Votorantim Cimentos quien nos hablará sobre su trayectoria profesional, los retos actuales y futuros del sector, la importancia del asociacionismo empresarial y el papel estratégico de la industria del cemento en un contexto de transición sostenible y transformación digital.
Desde su responsabilidad como presidente de la patronal cementera, Svaiter lidera las propuestas e iniciativas de la industria cementera española encaminadas a afrontar los retos presentes y futuros del sector, con la mirada puesta en la recuperación de su actividad y en los exigentes objetivos de neutralidad climática a los que se enfrenta el conjunto de la industria.
¿Cómo ha sido su trayectoria profesional hasta llegar a la presidencia de OFICEMEN?
Soy ingeniero de formación y, por lo que respecta a mi carrera profesional, aunque la inicié en el sector del gran consumo y en la industria minera, llevo vinculado al sector cementero desde hace ya 17 años, tras mi incorporación en 2008 al grupo Votorantim Cimentos. En aquella etapa inicial dirigí el área de Logística de la división de cementos hasta que, en 2012, fui nombrado CEO de Engemix, una empresa brasileña del grupo especializada en hormigón. En 2014 pasé a dirigir la cadena de suministro del grupo Votorantim para todo el mercado brasileño. Y, finalmente, en enero de 2018 asumí la dirección de Votorantim Cimentos en España, donde continúo como CEO en la actualidad.
A finales de 2023 fui elegido, por unanimidad, presidente de la Agrupación de fabricantes de cemento de España (Oficemen), un puesto que he asumido con ilusión y gran responsabilidad, dado el momento tan crucial y de transformación que vive la industria del cemento, no solo en España, sino también a escala internacional.
¿Cuáles son los principales retos que enfrenta actualmente la industria cementera en España y Europa?
Aunque los retos son múltiples; el primero, sin duda, es la descarbonización, un desafío fundamental no sólo para la industria cementera, sino para la sociedad en general. Este desafío está dando lugar a una transformación sin precedentes del sector cementero europeo, para poder cumplir con los exigentes objetivos de neutralidad climática marcados por la Comisión Europea.
A nivel español, hace ya más de diez años, en 2015, Oficemen publicó su primera hoja de ruta para la reducción de emisiones de carbono y desde entonces, se ha ido actualizando, incluyendo objetivos cada vez más ambiciosos. De hecho, estamos a punto de presentar una nueva actualización en la que se espera alcanzar las emisiones netas negativas en 2050, más concretamente una reducción del 114% con respecto a los valores base del año 1990. Para ello se activando múltiples palancas: uso de materias primas descarbonatadas, desarrollo de nuevos cementos bajos en carbono, optimización de la eficiencia energética, empleo de combustibles alternativos con biomasa…

Obviamente, este viaje no lo podemos hacer solos, y necesitamos contar con la colaboración público-privada, para lograr, por ejemplo, el desarrollo de las tecnologías de captura, transporte, almacenamiento y usos y transformación del CO2 (CAUC), en la que España ya va con retraso frente a la mayoría de los países europeos.
Además de la descarbonización, no perdemos el foco en seguir impulsando la economía circular, la digitalización y, principalmente, incentivar el uso del cemento y el hormigón tanto en la edificación como en la obra civil.
¿Qué importancia tiene, en su opinión, el asociacionismo empresarial en un sector tan estratégico como el cemento?
Una parte de la solución para que Europa sea un continente neutro en carbono se encuentra en los materiales que nos rodean; y no olvidemos que el principal derivado del cemento, el hormigón, es el producto más empleado por el hombre después del agua.
Y en ese contexto, el asociacionismo empresarial es crucial para poner en valor un material, el cemento, que ha sido estratégico en nuestro desarrollo económico y social a lo largo de la historia. Ese convencimiento nos ha guiado desde los orígenes de nuestra actividad, hasta convertirnos actualmente en la patronal industrial en activo más longeva de España. Cumplimos 100 años en 2025, y si algo nos ha demostrado nuestra larga experiencia es que un sector unido es más resiliente frente a los problemas que enfrenta y también más fuerte y eficaz en la defensa de sus intereses y a la hora de alcanzar sus objetivos.
Actualmente, además, nos encontramos en un momento de importantes cambios legislativos a escala nacional y comunitaria, en el que una mayor implicación y cohesión es fundamental para la interlocución con las distintas administraciones, los agentes sociales y otros sectores industriales. Solo así podremos abordar con éxito todos los retos que tenemos por delante. Nuestra asociación nos hace más fuertes, pero también lo es trabajar en equipo con otros sectores con problemáticas afines.
¿Cómo valora la colaboración entre OFICEMEN y CEPCO?
Muy positivamente y relacionándolo con la pregunta anterior, uno de los objetivos de CEPCO es servir de foro para abordar conjuntamente los problemas de sus asociados frente a las administraciones públicas nacionales y comunitarias; la colaboración con entidades afines nos hace más fuerte a todos.
Como ya he indicado, nos encontramos en un momento clave en el que necesitamos impulsar la transformación del sector de la construcción en general y de la industria de materiales en particular. Somos plenamente conscientes de que toda la cadena de valor del sector de la construcción es un motor imprescindible para el crecimiento de la sociedad y debemos sentirnos orgullosos de ello.
Un muy buen ejemplo de esa colaboración entre CEPCO y OFICEMEN, lo encontramos en la "Declaración de Granada: La apuesta española por la sostenibilidad en los materiales de construcción", promovida por nuestras dos asociaciones, en colaboración con UNE y AENOR. La Declaración de Granada plantea varias medidas, entre las que se incluyen la normalización de materiales bajos en carbono, la adaptación de la reglamentación técnica, y la promoción de su uso en contrataciones públicas y privadas. Desde el sector cementero estamos realizando grandes esfuerzos en I+D+i para lograr nuevos cementos bajos en carbono, pero no servirá de nada si luego en las licitaciones públicas no se promueve su uso. Iniciativas conjuntas como la mencionada son claves para la consecución de objetivos a largo plazo.
¿Cómo valora el futuro de la industria en España en un contexto de transformación digital, transición ecológica y cambios geopolíticos? ¿Qué papel considera que debe jugar la industria española para garantizar un modelo económico sostenible y competitivo a largo plazo?
Sin duda, la industria juega un papel fundamental en el desarrollo económico de cualquier país, como motor para su crecimiento y también como primera vía de entrada para innovaciones que mejoran la calidad de vida de las personas, respetando la sostenibilidad del entorno.
En nuestro caso en concreto, la industria cementera se caracteriza por su carácter eminentemente local y un fuerte arraigo al territorio, ya que el 70% de las fábricas de cemento se encuentran en poblaciones de menos de 12.000 habitantes y, de media, operan desde hace más de 80 años. Y lo han hecho evolucionando con los tiempos introduciendo en todo momento las últimas mejoras en I+D+i, siempre con el objetivo, no solo de ser más eficientes, sino también de aumentar su seguridad y respeto por el entorno. En la actualidad, la cadena de valor de nuestra industria da empleo estable y de calidad a 39.700 personas, destacando el porcentaje de contratación indefinida de los empleados directos del sector cementero con un 92%, uno de los más altos del país.
En la actualidad, como hemos repetido a lo largo de esta entrevista, vivimos un momento de fuertes cambios, muy marcados por el camino hacia la neutralidad climática, pero también por la fuerte transformación digital. En Oficemen no hemos descuidado tampoco este último ámbito, y hace pocos años lanzamos la iniciativa Cemento 4.0., que se basa en cinco pilares: equipos inteligentes, trabajo en red e interconectividad, integración de la cadena de valor, productos inteligentes y análisis de datos. Hay que tener en cuenta que este tipo de procesos de digitalización también ayudan a reducir el impacto del cemento, mejorando la eficiencia del proceso de producción y reduciendo el consumo de insumos como energía o agua.
No obstante, aun debemos trabajar en ambos ámbitos, sobre todo si queremos competir en igualdad de condiciones en los mercados internacionales. Nuestros costes energéticos y de CO2 continúan siendo elevados en comparativa con otros países del entorno y extracomunitarios. En este sentido, aunque la industria cementera mantiene su liderazgo exportador intracomunitario, las caídas sucesivas en las exportaciones han llevado el volumen exportado por debajo de la barrera de los 5 Mt, cuando en la década pasada llegamos a exportar casi 10 Mt anuales. Además, en lo que llevamos de década, las importaciones se han elevado notablemente superando el millón de toneladas de media anual, frente a las cifras medias, por debajo del medio millón de toneladas de la década pasada.
Confiamos que el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (MAFC), pueda ser el principio de la solución. Esperamos que, tras la fase inicial, se garantice un tratamiento equilibrado de las importaciones procedentes de países extracomunitarios, una de nuestras reivindicaciones históricas como sector. No obstante, necesitamos de la Comisión Europea una propuesta, en la misma línea, para dar solución a las exportaciones de cemento. El MAFC se trata de un acuerdo provisional, ya que hasta 2026 se limitará a la obligación de informar. Por lo tanto, el reto es adecuar correctamente y con rapidez estos mecanismos en cada fase -desde 2026 hasta 2034-, para garantizar la igualdad competitiva a nivel internacional.

Agradecemos a Alan Svaiter por compartir con nosotros su visión estratégica y sus reflexiones sobre los desafíos y oportunidades que enfrenta la industria cementera, así como la relevancia del asociacionismo en estos tiempos de cambio.
Desde CEPCO y en nombre de todo el sector, queremos aprovechar esta ocasión para trasladar nuestra más sincera felicitación a OFICEMEN por su primer centenario en 2025. Cumplir 100 años de trayectoria es un logro que refleja el compromiso, la capacidad de adaptación y la fortaleza de toda una industria que ha acompañado el desarrollo económico y social de España durante generaciones.
Con este primer encuentro, inauguramos un espacio de diálogo y reflexión mensual, convencidos de que escuchar a los líderes y actores clave del sector contribuirá a seguir construyendo un futuro más sostenible, competitivo y colaborativo para todos.

Fuente: Oficemen
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